El pasado viernes, pedimos la colaboración de los papis para que recogiesen hojas de otoño y las trajesen al aula. Con ellas, se nos ocurrió la idea de que nuestros alumnos observasen que ocurria cuando el viento soplaba muy fuerte, y las hacia caer al suelo en forma de lluvia.
Los peques se divirtieron mucho cantando las canciones de otoño, y lanzando las hojas al cielo, para que volviesen a caer sobre ellos.
A veces actividades tan sencillas, hacen que para ellos sea un día diferente, no debemos olvidar que los niñ@s necesitan más experiencias motivadoras, cargadas de cariño, y menos expectativas de los adultos.
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